Por Luis Trelles
Albert Nobbs, la película que lleva a Glenn Close como protagonista es en la superficie la historia de una mujer que en la Irlanda del siglo XIX, huérfana y urgida por la necesidad entonces muy generalizada en la isla esmeralda, adopta la apariencia de un hombre y se coloca como camarero en un hotel de Dublín, regenteado por una mujer de negocios en donde con máxima eficiencia y suma economía de gestos o de indicación alguna de su vida personal oculta su gran secreto.
La llegada al hotel de un “pintor” (otra mujer que se hace pasar por hombre) rompe el equilibrio de su existencia y pone en riesgo su identidad. Para mayor complicación una atractiva camarera del hotel la turba aun más y la lleva a un cambio de actitud que no sólo pone en peligro su identidad secreta sino sus futuros planes de independizarse y con sus ahorros abrir una tabaquería en la ciudad.
No es ésta la primera cinta en que una conocida personalidad del cine adopta la vestimenta y el género masculino y si no, piénsese en la joven Katherine Hepburn – la de los años treinta – personificando un personaje semejante en Sylvia Scarlett o – más cerca de nosotros en el tiempo, la triunfante Barbara Streissand apareciendo en un rol con las mismas características en Yentl.
En todo caso Albert Nobbs es un proyecto largamente acariciado por Glenn Close, quien obtuvo por dicho papel su quinta nominación para el oscar de mejor actuación femenina protagónica vista en el año 2011, premio que en definitiva fue a dar a las manos de Meryl Streep por su caracterización de Margaret Tatcher en The Iron Lady. La actriz lo había interpretado antes en el teatro y para hacer posible la película no se limitó a protagonizarla sino que asumió los roles de co-productora y co-guionista de la misma.
El tema de Albert Nobbs, por lo tanto, no es nuevo en el cine, lo que sí hace muy interesante a esta cinta son los subtextos que subyacen tras la trama principal. Hacen alusión a la desigualdad social y económica imperante, la hipocrecía de las clases sociales más acomodadas y el reto que se esconde en las posiciones asumidas tanto por la protagonista como más evidentemente por su “compañera” de aventuras que llega a casarse y que anima a Nobbs a intentar una relación semejante.
Cinta en lo interpretativo dominada por una consumada intérprete, Glenn Close asume su papel con la máxima economía de gestos. Es más lo interpreta como si fuera una máscara y a través de la misma afloran en determinados momentos las expresiones que sugieren una gama de sentimientos ante los sucesos a los que se enfrenta. Igualmente merecedoras de reconocminiento Janet McTeer (también nominada e igualmente perdedora del oscar en la categoría de mejor actuación femenina secundaria) y Pauline Collins se hacen cargo de los roles del “pintor” y de la dueña del hotel en la que ambas trabajan.
Filme de actuaciones, la cinta ha sido dirigida con eficacia subordinada a las interpretaciones por Rodrigo García, el realizador de Mother and Child.