Por Luis Trelles
Lo dramático y lo fantástico se entremezclan en la película, A Monster Calls. Su trama nos presenta a un protagonista muy joven, casi un niño, que lleva una existencia angustiada como consecuencia de la grave enfermedad que aqueja a su madre.
En la escuela no le va mejor pues es constante víctima del abuso físico que le infligen algunos de sus compañeros y así, una noche -precisamente a las doce- se le aparece un “monstruo”, que adopta la forma de un gigantesco árbol con el que conversará, recibiendo de él unas lecciones. Se las transmite a través de 3 historias. Le promete una cuarta que toma lugar precisamente cuando su madre agoniza y su padre, que ha regresado del extranjero, se ha marchado nuevamente. El único miembro familiar a su lado es su abuela con la que no se lleva, es más que detesta, por su afán de orden y su trato seco y autoritario.
En su debido momento y ya próxima a concluir la cinta recibirá la última lección del monstruo amigable. Tiene que ver con la necesidad de que sea fuerte y animoso ante la dura prueba a la que se enfrenta.
La película, por tanto, y para hacerle honor a su argumento, combina la realidad con la fantasía. Ambas se materializan a base de escenas reales y situaciones que requieren de la animación y los efectos especiales. Son aquellas que ocurren entre el niño y el monstruo o la inicial, que se repite más tarde, en que se materializa una pesadilla recurrente que aflige al chico.
A Monster Calls ha sido dirigida por J. A. Bayona, realizador de The Impossible, y cuenta entre los múltiples colaboradores que hacen posible el filme a numerosas españolas, entre ellas la de Eugenio Caballero, quien también diseñó El laberinto de Pan, evidenciando así que la cinta ha sido hecha a base de la colaboración entre españoles y británicos.
Su reparto está presidido por una presencia juvenil, la de Lewis McDougall, que se hace cargo del principal rol de la película, el de ese chico que se ve sujeto a tantas angustias y momentos difíciles.
Lo secunda Felicity Jones, a la que acabamos de ver interpretando el principal papel femenino en Roque One; que asume el rol de madre.
Lian Neeson, al que no se ve en el filme, es el monstruo pero su potente voz transmite con gran efectividad los parlamentos de dicha figura. Por último, Sigourney Weaver, la actriz que otrora figurara como protagonista de Aliens y Alien 3, caracteriza en la cinta a esa abuela, dura y amante de la disciplina, que no obstante se preocupa por atender a su hija en los momentos de dolor y aflicción. Llega, inclusive, a establecer un principio de relación afectiva con su nieto, hostil y distante y la presencia de Geraldine Chaplin, apenas se hace notar dada la brevedad de su papel.
A Monster Calls es un estreno caracterizado por la combinación de lo muy sentimental y lo abiertamente fantástico.