Por Luis Trelles
Lewis Carroll, escritor inglés fue no solo un hombre de letras sino un matemático distinguido que pasó su vida adulta asociado a la universidad de Oxford, cultivando además la fotografía. De ese conjunto de aportes el que más se recuerda es su obra literaria. En ella sobresalen dos obras que datan de 1865 y 1872, tituladas respectivamente Alice’s Adventures in Wonderland y Through the Looking Glass. Aparece así el personaje de Alice, una jovencita que se introduce en ese mundo fantástico creado por Carroll y poblado por personajes como el ratón blanco, el sombrero loco o las dos Reinas, la blanca y la roja.
Esas obras y ese personaje tentarían al cine en más de una ocasión y como testimonio fílmico de esa preferencia del medio por la creación de Carroll están las cintas sobre Alice, una -la más antigua- data de 1951en tanto que la más reciente se estrena en 2010 y es obra de Tim Burton.
Burton aparece otra vez en la película que reseñamos ya que figura en los créditos de la cinta como productor asociado de la misma.
La dirección, esta vez, la asume James Borin y Mía Wasikowska, una joven actriz nativa de Australia, asume la caracterización de Alice. La acompañan, formando parte del reparto del filme, Johnny Depp, tan asociado a las cintas de Tim Burton; Anne Hathaway -otro nombre reciente del cine; Sasha Baron y Helena Bonham-Carter, ex esposa Burton y figura que aparece a menudo en sus producciones. Otro nombre a considerar es el del fallecido Alan Rickman, cuya inimitable voz se oye al dotar a uno de los personajes animados que aparecen en la cinta, de su aparato vocal.
La película se toma muchas libertades con los textos de Carroll y hace de Alice una figura anacrónica para su tiempo ya que la acción ocurre en 1875 y Alice es nada menos que la capitana de un buque, el de su padre, que conduce a Londres tras liberarlo del ataque de piratas en el estrecho de Malaca.
El “realismo” pues se posesiona del filme a sus comienzos y a su conclusión en que recuperamos la historia de la capitana Alice y sus vicisitudes para darse de nuevo a la mar. Entre ambas secuencias se recupera el mundo fantástico de Carroll y reaparece Alice tratando de controlar al señor de tiempo (Baron) y las dos reinas, la blanca (Hathaway) y la roja (Bonham-Carter).
Película por tanto en la que en consonancia con el mundo creado por Carroll priman los escenarios fantásticos y las aventuras insólitas, el filme se destaca por la visualización de ese mundo y de esos personajes. Cae, sin embargo, un tanto en lo aburrido cuando en vez de la acción fantástica dominada por los efectos especiales y el esplendor visual, deja que sean los personajes con sus convesaciones los que se posesionen de la trama.