Por Luis Trelles
Brooklyn es una película diferente en torno al tema de la emigración. No concentra en las vicisitudes de los que emigran a los Estados Unidos sino que su personaje central es una joven, interpretada por Saoirse Ronan, que abandona su nativa Irlanda no por necesidad económica sino en busca de nuevos horizontes para su existencia.
Esa figura central determina el tipo de filme que ve el público pues más que un filme sobre causas socio-económicas, Brooklyn es una película centrada en lo emotivo y lo sentimental envuelto en el proceso. Ese proceso viene dado en la cinta por la tristeza y la nostalgia que invaden a la joven protagonista al dejar Irlanda y asentarse en Brooklyn, traslado que ha sido posible gracias a la cooperación de su hermana, Alice, y de un sacerdote irlandés que ejerce su ministerio en los Estados Unidos.
Este sacerdote se vuelve providencial para la chica pues le facilita su entrada en el país, le consigue empleo y le encuentra alojamiento en una casa de huéspedes regenteada por una señora irlandesa que impone estrictas normas de conducta a las jóvenes a las que acoge en su domicilio.
La nostalgia y la tristeza de los primeros tiempos desaparecen paulatinamente al conocer mejor su entorno y -sobre todo- entrar en contacto con un joven italo-americano que la enamora, siendo correspondido.
Lo trágico vuelve a presentarse en su nueva vida al conocer de la muerte de su hermana y regresar desolada a Irlanda para acompañar a su madre que se ha quedado sola.
Ese regreso le proveerá nuevas complicaciones en el terreno amoroso, creándole un grave dilema.
Brooklyn al ser tan diferente a las películas habituales y retrotraerse a otra época -inicios de los años cincuenta- ofrece una visión distinta del tema de la emigración y lo combina con lo amoroso-sentimental, centrándose en una joven protagonista y en su proceso de inculturación.
La película es sobre todo un logro para Saoirse Ronan que es muy pobable que fugure entre las candidatas a obtener el Oscar de mejor actriz femenina protagónica en los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas correspondientes al año 2015.