Por Luis Trelles
Mario Moreno conocido como Cantinflas fue el gran cómico del cine hablado en español superado tan sólo por Charles Chaplin, cuya fama fue más universal al ser un cómico del cine mudo o silente y al crear un tipo, el del ‘pobre diablo’ que fue visto y admirado en todas partes del mundo.
Cantinflas, la película que reseñamos, es un acercamiento del cine a la biografía de esa personalidad tan única del cine hispano-americano. Se trata de una biografía convencional en el sentido de que no innova en tal aproximación sino que su director, Sebastián del Amo, se contenta con alternar momentos y fechas representativas de la trayectoria artística de Mario Moreno con el proceso de búsqueda y selección del reparto y resolución de los apremiantes problemas que contemplaba Michael Todd para rodar La vuelta al mundo en 80 días. Con esa cinta se insertó Cantinflas en el poderoso cine americano. Dicha cinta, adaptación al medio fílmico de la conocida novela de Julio Verne del mismo título, resultó en definitiva un éxito obteniendo el Premio Oscar a la mejor producción cinematográfica del año 1956.
Cantinflas, la película, viaja en el tiempo y en el espacio, del año 1956 en que se rodó la cinta antes mencionada hacia diversos momentos de la década de los años treinta que marcan el ascenso a la fama del Mario Moreno en su cine nacional; y de Los Ángeles, meca del cine, donde se encontraba Todd, a diversos puntos de Méjico donde trabajó Cantinflas.
En clave también muy conocida la película no sólo destaca los hitos de su carrera fílmica (películas como Ahí está el detalle, El gendarme desconocido y otras) sino las dificultades de sus años iniciales así como los sucesos de su vida privada y su labor sindical a favor de sus compañeros de la clase artística. En lo privado, su matrimonio no fue del todo feliz por la carencia de hijos, el abandono en que se sintió sumida su esposa ante los múltiples compromisos de su carrera y la infidelidad del cómico como la que se insinúa existió entre éste y la actriz Miroslava Stern.
Un acierto de esta biografía convencional radica en la selección del actor Oscar Jaenada para el rol titular ya que el mismo no sólo guarda un parecido con Cantinflas sino que imita la peculiar comicidad.
No puede decirse lo mismo de las numerosas figuras del cine mejicano que desfilan por el filme, pues los intérpretes escogidos para representar a personalidades como María Félix, Jorge Negrete o Dolores del Río apenas se parecen a dichas figuras. Lo mismo ocurre con los que asumen en la películas los papeles de Michael Todd o de su esposa en aquel entonces, Elizabeth Taylor.
Cantinflas, la película, es tanto un homenaje a la figura y a su personalidad como una biografía convencional que no se convierte ni en un reto ni en un descubrimiento en términos fílmicos.