Por Luis Trelles
‘Una de cal y otra de arena’, así podría catalogarse la película de estreno titulada Child 44, que reseñamos.
Basada en la primera de las tres novelas escritas por Tom Rob sobre la existencia del crimen en la desaparecida Unión Soviética a pesar de la declaración de Stalin de que no ‘podía haber crimen en el paraíso’, esta cinta dirigida por Daniel Espinosa, lleva al frente de su reparto a Tom Hardy, Noomi Rapace y en roles de apoyo a Gary Oldman y Joel Kinnaman. Estos últimos asumen respectivamente los roles del General Nesterov y de Vassili.
Hardy y Rapace caracterizan a los esposos Leo y Raisa Demidov que se desempeñan como oficial de seguridad del estado y maestra de escuela.
La posición de Demidov es una, lo suficientemente alta en la jerarquía soviética, como para garantizarle una buena vivienda y la asistencia a representaciones oficiales. Todo ello cambia para ambos cuando Leo decide investigar la muerte del hijo de uno de sus compañeros, asesinado en circunstancias que se hacen pasar por accidentales. Esa investigación provoca el exilio de la pareja de Moscú y su envío a una apartada población de aquel enorme país. Ya allí se ven sujetos a penosas condiciones de vida mientras el número de asesinatos infantiles aumenta sin cesar.
El modo como vencen tantos y tan poderosos obstáculos en su contra, averiguan la verdad, descubren al asesino y recuperan su pasada existencia constituye la parte central del filme.
Este se inicia haciendo buen uso de la edición en una sucesión de escenas que sirven para presentar el trasfondo del protagonista -un niño huérfano- que en el año 1933 sobrevivió a la hambruna decretada por Stalin contra Ucrania y cuyo trágico resultado fue la muerte de miles de ucranianos. Más tarde, el filme mueve al personaje, ya adulto, a Berlín en el momento culminante de la batalla por la capital alemana en que Leo Demidov, soldado soviético, es el elegido para desplegar la bandera roja en el Reichtag, foto que recorrió el mundo.
Después la cinta adopta un ritmo más sosegado y resulta, en definitiva, una película fallida por la serie de posibilidades temáticas que aborda, lo que la vuelve confusa e impide que la búsqueda y captura del asesino de niños -motivo central del filme- fluya en forma más directa.
Child 44 sí presenta el clima depresivo y carente de alegría de vivir que caracterizó a la Unión Soviética en la inmediata posguerra.
Un reparto integrado por actores norteamericanos y/o ingleses recurre consistentemente a la adopción de un inglés caracterizado por el fuerte acento, como para dotar en lo histriónico a la película del elemento faltante y que no puede suplir el realismo visual de sus escenas, el de verdaderos actores rusos a cargo de los papeles principales.