Por Luis Trelles
La historia de Cenicienta debida a los hermanos Grimm, ha circulado ampliamente por el mundo. Por ello los estudios que fundadara Walt Disney la llevaron a la pantalla en 1950, en una cinta de dibujos animados en la que se utilizaron voces humanas para, a través de ellas, hacer hablar a los personajes animales que la poblaban.
Hoy, a 75 años de distancia de aquel primer filme surge una nueva Cenicienta, producto también de los estudios Disney. En este nuevo filme se cuenta con notables figuras de la creatividad británica, encabezadas por Kenneth Branagh que, detrás de las cámaras, se ocupa de dirigir la cinta y con la presencia en los roles protagónicos de Lily James, procedente de la conocida serie televisiva Downtown Abbey y Richard Madden. Figuran también como intérpretes Cate Blanchet, Helena Bonham-Carter y Derek Jacobi. La primera hace de la madrastra de Cenicienta en tanto que Jacobi y Bonham-Carter interpretan los papeles del monarca, padre del príncipe que se enamora de la protagonista y del hada madrina que la ayuda eficazmente.
Todas estas colaboraciones le brindan interés a la película que, líneas generales, responde al colorido estilo de Disney y cuyo argumento resulta bien conocido.
Una atractiva joven pierde a su madre en la infancia y, al casarse nuevamente su padre, le da una madrastra, cruel y vengativa. Esta antepone a sus dos hijas frutos de una unión previa a la pobre Cenicienta que ha quedado desamparada por la muerte de su progenitor y a la que tratan como sirvienta. El encuentro ocasional con el príncipe y la manera con su hada madrina propicia fastuosamente su asistencia al baile paraciego le ofrece a Cenicienta una maravillosa oportunidad de recontrarse con su amado. Tras vencer nuevos obstáculos Cenicienta consigue ser amada y por tanto feliz.
Branagh, que además de actor ha sido en ocasiones director de cintas tan destacadas como “Dead Again” y “As You Liked”, asume en Cinderella otro estilo más acorde con los gustos del estudio pero se impone en las transformaciones que sufren los ratones y lagartos y que los convierten en los caballos y el palafrenero que conducen a Cenicienta al baile regio mediante la transformación de una calabaza gigante en aurea carroza.
La actuación sobresaliente es la de Cate Blanchet. Personifica a la madrastra, acentuando la malignidad asociada con ese personaje.
Cinderella ofrece una Cenicienta de lujo con las notas sobresalientes del universo de Disney. El público, sobre todo el infantil, quedará más que satisfecho con el espectáculo que le ofrece este filme.