Por Luis Trelles
La comedia ha sido un género fílmico muy favorecido por los diferentes cines del mundo. Así las cinematografías en español, entre ellas la argentina, han contado con numerosas películas de este tipo y también con su lista de intérpretes destacados en las mismas. Los hubo tanto en las comedias centradas en personajes populares como Luis Sandrini o Nini Marshall, creadora tanto de la gallega inmigrante, Cándida como de la porteña ridícula, Catita como en las de corte sofisticado al estilo de Luisito y la Rubia del camino, protagonizadas por Paulina Singerman.
Hoy, desaparecidos los estudios que se hicieron famosos en los años treinta, cuarenta y cincuenta del pasado siglo como Argentina Sono Film, Lumitón y San Miguel, la producción continúa mediante aportes combinados con otros países- las llamadas coproducciones- o son fruto de los esfuerzos aunados de múltiples empresas, dándose a conocer nuevos nombres al frente de los repartos de tales filmes.
Ese es el caso de Corazón de león, una cinta argentina que parece destinada a convertirse por su permanencia en las salas de Fine Arts en una sucesora- en términos de aceptación por el público- de la recordada Elsa y Fred.
Corazón de león, protagonizada por Guillermo Franciella y Julieta Díaz y dirigida por Marcos Carnevale es una comedia ágil y simpática que gira en torno a dos personajes, Ivana, joven abogada que comparte oficina con su ex- marido y Ricardo, agradable y muy acomodado como la película se encarga de revelarle al público. El también tiene un hijo y se encuentra divorciado.
Ivana y Ricardo se conocen a través del teléfono móvil que ésta ha perdido y que se encuentra Ricardo y es a través de una conversación telefónica que ambos conciertan una cita.
Lo que sucede asombrará al público tanto como a la protagonista del filme. Basta decir que el encuentro se complica, y de qué manera, por la sorpresa de la chica ante ese potencial enamorado ya que la misma debe vencer sus prejuicios para aceptarlo. Debe asimismo enfrentarse a las complicaciones de lo que llamaremos la “peculiaridad”de Ricardo que ésta le acarrea.
Un rompimiento resulta inevitable a Evanna tendrá que enfrentarse nuevamente al “problema” de Ricardo para solucionar la crisis entre ambos.
Corazón de león comienza con escenas en que se asemeja a las comedias alocadas que tanto abundaron en el cine norteamericano del pasado pero pronto cambia de tono y se vuelve una comedia romántica con la inevitable crisis que produce la separación de los amantes. En todo momento, sin embargo, el filme conserva su ritmo y efectividad gracias tanto a la calidad de las actuaciones rendidas por sus protagonistas como por la eficaz dirección que aporta Marcos Carnevale.