Por Luis Trelles
Los intérpretes envejecidos tienen mejores oportunidades que las mujeres para obtener papeles protagónicos en el cine de Hollywood. Un ejemplo a la vista lo constituye la película Danny Collins en la que Al Pacino, un actor que ya tiene 74 años de edad, asume el rol titular, secundado por un reparto en que otro actor, aún mayor que él, el octogenario Christopher Plummer figura en un rol de apoyo.
Del lado de las mujeres la cinta cuenta con la participación de Annette Bening, una actriz que aparece relativamente poco en la pantalla no sólo por la razón de su edad aun cuando es mucho más joven que Pacino- sino por estar casada con Warren Beatty y dedicada a la vida familiar.
La película inspirada por hechos reales, cuenta la historia de Danny Collins, un cantante aclamado por el público que lleva una vida disipada, revelada gráficamente al comienzo de la cinta y caracterizada por el hedonismo. En ella figuran constantemente las drogas, el alcohol y los encuentros con mujeres más jóvenes.
El descubrimiento de una carta, cuya existencia desconocía, que le escribiera John Lennon en los años setenta, declarándole su admiración en los años setenta, declarándole su admiración y exhortándolo a que sea fiel a sí mismo y a su talento musical, mueve a Collins- de la noche a la mañana- a cambiar de vida, marcharse de California a mudarse a New Jersey en busca de un hijo del que nunca se ha ocupado.
La difícil relación del protagonista con ese hijo ya adulto, casado y con una hija pequeña y la amistad que establece con la gerente de un hotel en que se hospeda, forman parte esencial de la cinta, una de predecible trama y final feliz que sirve de plataforma para el conocido histrionismo de Al Pacino.
Este actor, estrella destacada en los años setenta y ochenta cuando se impuso en the Panic in Needle Park y sobre todo en los Padrinos I y II, aquellas cintas tan admiradas de Francis Ford Coppola, ganó al fin el “Oscar” de mejor intérprete masculino protagónico en el añ0 1992 por su rol en Scent of a Woman.
Junto abél, Annette Bening interpreta el papel de esa gerente de hotel a la que Pacino intenta conquistar, dándose entre ellos escenas de picardía manifiesta.
Para contrarrestar la presencia de tanto intérpreta maduro, el filme cuenta con la presencia de Bobby Cannavalle y Jennifer Garner que se hacen cargo de los papeles del hijo desconocido y de su esposa, a quienes Danny Collins tiene que “conquistar” pese a la natural resistencia de ambos a aceptar sin más ni más a ese padre y suegro que nunca se había interesado en ellos.
La dirección del filme la asume Tom Donnelly, quien se concentra en la figura de Al Pacino, conocedor de que es el intérprete que moverá al público a ver el filme, cuyo género combina los pasajes de comedia con el drama sentimental.