Por: Luis Trelles
¿Existió el genocidio? Esta pregunta parece totalmente absurda ante la cantidad de datos, documentos y testimonios que existen en torno a tan terrible exterminio colectivo, llevado a cabo por los nazis durante el conflicto bélico conocido como la segunda guerra mundial.
La pregunta, sin embargo, se hace necesaria ante el filme de estreno reciente titulado Denial. En esta cinta británica, dirigida por Mick Jackson y protagonizada por Rachel Weisz, Tom Wilkinson y Timothy Spall se discute semejante supuesto. La razón para ello es la existencia de un libro, de la autoría de Deborah Lindstadt en el que se denuncia la negación de tal crimen masivo y se acusa al autor inglés, James Irving, de difundir semejante declaración en forma tanto verbal como impresa. La aparición de una edición británica del libro de Lipstadt provoca la acusación contra Deborah y su casa publicadora, Penguin Books.
Es así como se inicia este filme absorbente, no solo por basarse en hechos reales y personas existentes, sino también por su realización cinematográfica.
Esta, a pesar de la necesidad de servirse abundantemente de los diálogos, se hace muy evidente al espectador a través de los cambios de localidad que exige el guión. Estos cambios nos trasladan primero a la ciudad de Atlanta, donde se inicia la historia; a Londres, la capital inglesa, donde toma lugar el juicio y, en una secuencia impresionante, a Auchwitz, el notorio campo de concentración alemán.
Además de la de edición necesaria para tales cambios, la cinta descasa poderosamente en sus actuaciones, ofrecidas por un trío de intérpretes británicos y de las cuáles la rendida por Tom Wilkinson nos parece la más lograda en razón de la intensidad que despliega.
La ofrecida, en cambio, por Rachel Weisz como gran protagonista, nos parece menos lograda, ya que solo en ciertos pasajes alcanza esa intensidad que tantos se destaca en la interpretación de Wilkinson. Un momento en el que la actriz logra tal intensidad es el de la visita al campamento de Auchwitz donde contrasta su actitud, dolorida y orante, con la que su personaje le parece irrespetuosa e insensible de su abogado defensor (Wilkinson).
Denial retoma un tema muy trabajado por el cine: el del genocidio y lo hace desde una perspectiva insólita y original: la de la negociación de ese crimen monstruoso.Esa negación sirve de motivo para una cinta en la que se impone sobre todo la actuación rendida por Tom Wilkinson.