Por Luis Trelles
El famoso traficante de drogas, Pablo Escobar, se convierte en personaje cinematográfico a través de la interpretación brindada por Benicio del Toro en la película titulada Escobar: Paradise Lost.
Su argumento combina la figura de Escobar con la de una pareja romántica formada por la sobrina del famoso personaje y su novio canadiense (interpretado por Josh Hutcherson). Éste, en unión de su hermano, ha ido a Colombia donde intentan ambos abrirse camino hasta que conoce a María Escobar y entra así en contacto con el mundo del personaje que le da su título a la película.
La cinta cuenta con dos protagonistas y en más de una secuencia se convierte en la historia de Nick o Nico. La misma domina el relato al pasar éste de novio de la sobrina de Escobar y como tal, bien acogido por la familia de ella, a personaje envuelto en los turbios manejos de Escobar, quien le encomienda una misión que va contra su conciencia. Esta misión lo coloca en las secuencias finales de la cinta en una situación extrema en que peligra su vida pues es perseguido y buscado por los testaferros de Escobar al desobedecer sus órdenes y tratar de salvar a la persona cuyo asesinato se le había encomendado.
Relato por lo tanto doble, la película hablada tanto en inglés como en español va de uno a otro personaje para ofrecer de Escobar una visión muy contrastante, presentándolo como padre de familia, esposo dedicado y “creyente” en la fe católica mientras no duda en asesinar sin reparo alguno a los que se le oponen.
Nico, en cambio, es unidimensional y es solo por las circunstancias en que se ve envuelto que entra en conflicto con Escobar.
La película, dirigida por Andrea Di Stefano, le permite a Benicio del Toro, el otro actor puertorriqueño a más de José Ferrer, receptor del premio Oscar (recibido en el año 2000 como mejor actor secundario por sus caracterización en “Traffic”) hacer gala de sus dotes histriónicas en un rol que exige de él una enunciación del español diferente a la propia y que logra ofrecer en buena parte de las escenas en que aparece.
Su Escobar combina los aspectos propios de un esposo y padre de familia dedicado con la dureza e implacabilidad características de un personaje de su calaña. Su actuación por tanto convence por que no recurre a la teatralidad manifiesta sino que responde a las exigencias propias del cine donde lo menos es más. Contrasta además su acercamiento al personaje de Escobar con el ofrecido por Josh Hutcherson al suyo, ya que éste último recurre a un excesivo melodramatismo en su caracterización, sobre todo en las secuencias postreras del filme.