Por Luis Trelles
La Biblia ha sido muy productiva para el cine, especialmente el anglo-parlante. A través de los años personajes y episodios del Antiguo y del Nuevo Testamento han servido de inspiración al medio fílmico. El resultado, sin embargo, ha sido las mas de las veces decepcionante pues aunque ricas en la mostración de los momentos portentosos y espectaculares de los pasajes seleccionados, les ha faltado a estas producciones esa razón última de las Sagradas Escrituras: la visión espiritual.
Este año que esta a punto de terminar ha visto cundo menos dos esfuerzos de ese tipo. Primero se exhibió, Noe, filme inspirado en ese patriarca del Antiguo Testamento, que llevó como protagonista al actor australiano, Russel Crowe y luego Son of god, nuevo intento de dar por la pantalla la vida del Salvador.
Hoy, en la temporada navideña, se estrena Exodus: Gods and Kings. Se trata de un acercamiento a la profética figura de Moisés, anteriormente visto en el medio personificado por actores como Charleston Heston en la versión más reciente que hiciera Cecil B. De Mille de Los diez mandamientos (1956) y Burt Lancaster que apareció en ese papel en Moisés, cinta que formaba parte de una serie dedicada a grandes figuras de la Biblia.
Exodus: Gods and Kings es un filme dirigido por Ridley Scott, un director en cuya filmografía reciente figura Gladiator, una película no exenta de interés por las sobresalientes interpretaciones ofrecida en la misma tanto por Russel Crowe como por Joaquin Phoenix.
Christian Bale y el actor australiano Joel Edgerton asumen los roles principales y forman parte de su reparto en papeles que van desde uno minoritario hasta otro insignificante, dos personalidades del cine como Ben Kinglsey y Sigourney Weaver. Esta, apenas aparece, personificando a Tuya, madre de Ramses.
La película sigue el conocido camino de enfatizar sobre todo los aspectos espectaculares a lo que se presta la vida de Moisés. Por eso la secuencia que presenta, ya avanzada la trama, el efecto devastador de las siete plagas sobre Egipto resulta muy convincente. Las mismas preceden al éxodo del pueblo escogido y su hazaña de atravesar a pie el Mar Rojo, dirigidos por Moisés para así proseguir su marcha hacia la tierra prometida, es uno de los grandes momentos del filme como lo es también dicho cruce. También cabe destacar el comienzo de la cinta caracterizado por su espectacular presentación del mundo faraónico. Recuerda parecido tratamiento dado al antiguo Egipto en Cleopatra, la película protagonizada por Elizabeth Taylor en los años sesenta del pasado siglo.
Por lo demás, Exodus: Gods and Kings resulta laboriosa en extremo, caracterizada por una actuación de Christian Bale en nada memorable y por un esfuerzo algo más logrado, de parte del coprotagonista de la cinta, Joel Edgerton en el rol del Faraón.
Desigual, cansona en algunos pasaje y espectacular, así es esta nueva aproximación del cine al Antiguo Testamento. Sigue el conocido camino de la visión recargada y opulenta, característica del tratamiento dado por el medio fílmico a personajes e incidentes tomados de las Sagradas Escrituras.