Por Luis Trelles
Dos nombres sobresalen en Fences, la última de las películas es en estrenarse entre las nueve nominadas por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para optar por el “Óscar”. La ganadora se conocerá el próximo domingo 26 cuando se hagan públicos estos reconocimientos
Esos nombres son los de August Wilson y Denzel Washington. El primero es el del dramaturgo norteamericano, autor de la pieza, Fences, en que se basa la película y el segundo corresponde al actor y director de la cinta, Denzel Washington, quien ha sido receptor del “Óscar” en dos ocasiones, 1989 y 2001, al otorgársele esa presea por su actuación en Glory y Training Day.
August Wilson le brinda a la cinta su poderoso tema, centrado en la inconformidad de su personaje central, Troy Maxon, que trabaja en el recogido de la basura en la ciudad de Pittsburgh en los años cincuenta. Este ocasiona los conflictos con los miembros de su familia, compuesta por su esposa, Rose, un hijo en común y la presencia ocasional de un hermano del protagonista y de otro hijo, fruto de una unión anterior. Dichos conflictos se vuelven extremos al conocer Rose, por boca de su esposo, que este va a tener otro hijo, producto de una relación alterna, que la esposa desconocía. Como si fuera poco, se da también la confrontación muy extrema entre Troy y su hijo Cory.
Con estos elementos Wilson construye un fuerte drama que permite a los actores de máximo despliegue de sus facultades histriónicas.
De estos dos aportes el que domina y se impone es el actoral. Denzel Washington no pierde las oportunidades que le brinda la pieza y ofrece una de las mejores, sino la mejor, de sus interpretaciones, dotando al personaje de notas tan intensas como la nostalgia, el resentimiento y el dominio sobre su familia.
Como director, en cambio, se limita a “abrir” la obra teatral en algunos pocos pasajes, sobre todo al inicio del filme, para darle alguna movilidad a unas situaciones que descansan en los muy abundantes diálogos y en los actores que se hacen cargo de los mismos. El resto del tiempo se contenta con brindarle a los intérpretes a la máxima exposición para que reciten sus parlamentos con toda fuerza y dramatismo.
La otra actuación sobresaliente del filme la ofrece Viola Davis, esa excelente actriz, también nominada previamente por la Academia como reconocimiento a su labor en Doubt, que nos brinda de nuevo una caracterización presidida por el desgarro y la intensidad.
Fences es un drama fuerte y poderoso que viaja a la pantalla con toda intensidad inherente a la pieza en que se basa y encuentra en Denzel Washington y Viola Davis dos formidables intérpretes, que repiten los papeles ya interpretados en el teatro.