Por Luis Trelles
Her, una de las diez cintas nominadas que compiten por el “oscar” que se entregará el venidero 2 de marzo a la película que resulte seleccionada por los miembros de la Academia como la mejor vista en el año 2013, es un filme para iniciados. Obra del director Spike Jonze, los que conozcan y gusten de sus cintas anteriores, Adaptation y Being John Malkovich, ciertamente que disfrutarán de esta nueva producción.
Los restantes espectadores tendrán que arriesgarse con una cinta que puede clasificarse como romántica si se toma como guía para tal adjudicación la relación que domina su trama: el amor que se entabla entre Theodore (papel que desempeña Joaquin Phoenix) y Samantha (cuya voz es la de Scarlett Johansson).
El primero es un hombre melancólico y solitario que cuando lo conocemos pasa su vida en su trabajo, uno muy peculiar, y su casa donde se entrega a las comunicaciones electrónicas. Es así como conoce a Samantha, cuya voz le va ganando poco a poco hasta establecer una relación cada vez más íntima y afectiva, a la que solo le falta la visibilidad de la amada y con ella la experiencia carnal. Ella se presta a la relación sexual con Theodore mientras este escucha las apasionadas declaraciones de Samantha al respecto.
Filme de pocos personajes: a más de la singular pareja protagónica, se hacen presentes en el filme su jefe y tres mujeres, una de ellas (Rooney Mara) es la esposa de la que está separado y en trámites de divorcio; otra (Amy Adams) es su vecina, amiga confidente y la tercera resulta ser una conocida ocasional, con la que entra en contacto a través de la red. Esa experiencia termina mal para ambos.
La cinta descansa para su efectividad en la presencia casi continua de Theodore (Phoenix) frente a las cámaras . Ello obliga al actor a un gran esfuerzo histriónico, ya que se le muestra abundantemente en grandes planos que exigen el mínimo en términos de gestos y manerismos. Pese a ello Joaquín Phoenix logra una actuación no sólo difícil sino de gran calidad dramática. Scarlett Johansson, a su vez, con tan solo su voz matiza perfectamente las diferentes etapas por las que pasa su personaje.
Acierto del filme es el ambiente visual. Muestra de continuo los grande edificios de arquitectura futurista de la ciudad de Los Angeles, donde transcurre la trama. Manifiesta arquitectónicamente la presencia impactante de un mundo de cara a ese mismo futuro.
El modo como el director Spike Jonze utiliza la técnica del campo y el contracampo, difícil en el caso del filme, por no contar el mismo con la presencia física de Scarlett Johansson, resulta muy logrado. Recurre entonces Jonze al empleo de la cámara subjetiva, mostrando en vez de a Johansson aquello que podría mirar la misma.
Cinta diferente, Her no admite términos medios, o gusta, precisamente por su rareza y la dificultad que su argumento entraña, o impacienta aquellos espectadores acostumbrados al realismo absoluto.