Por Luis Trelles
The Inmigrant, dirigida por James Gray (realizador de Little Odessa y sobre todo de The Yards y We Own the Night) y protagonizada tanto por Marion Cotillard como por Joaquin Phoenix, continúa la trayectoria de Grey de presentar en la pantalla dramas sombríos en la que se destacan dos notas: la presencia de Joaquin Phoenix, intérprete favorecido por Gray en peliculas anteriores y la preferencia por dramas sombríos sobre inmigrantes e hijos de estos como para rendirle homenaje a sus progenitores de origen ruso.
The Inmigrant se centra especialmente en una llamada Eva ( Marion Cotillard) que llega a Ellis Island, puerta de entrada a los Estados Unidos de miles y miles de inmigrantes europeos en las primeras décadas del siglo pasado.
Eva viene acompañada de su hermana enferma y desde el inicio del filme se enfrenta a una situaciön desesperada. Carece de dinero, su hermana Magda es retenida y enviada al hospital allí existente por padecer de tuberculosis y ella misma tiene que vérselas con el total desamparo ya que no acuden a recibirla los tíos en quienes confiaba. Viene en su “ayuda” Bruno ( Phoenix) que resulta ser un proxeneta que tiene a su cuidado a un grupo de mujeres, inmigrantes como ella, y aunque se opone tenazmente en un principio a caer bajo su férula, así acontece.
Sus restantes desventuras, presentadas en la cinta en forma realista no consiguen domeñar su perseverancia y tenacidad por lo que consigue al fin reencontrarse con su hermana Magda y con ella la posibilidad para ambas de labrarse un futuro mejor.
Dramática por su tema y el desarrollo dado a esta, The Inmigrant se convierte en una nueva película para Marion Cotillard.
Esta actriz cuyos inicios en el cine anglo-parlante datan del 2009 cuando se impuso a un nutrido reparto presidido por Daniel Day Lewis en Nine, esa versión musical de 8 ½ de Federico Fellini. Continúo después su carrera en ascenso haciendo de Edith Piaf en La Vie en Rose, rol que le valió la obtención de tres importantes premios: el “Cesar” francés, el Globo de Oro y el “oscar” que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas le concedió por esa caracterización ( la de Piaf) en la mencionada cinta.
Hoy con The Inmigrant, Marion Cotillard recibe una nueva oportunidad de destaque ya que estamos ante un filme cuyo argumento le ofrece de principio a fin grandes oportunidades para ello.
A más de su excelente labor histriónica cabe destacar en la cinta sus valores de producción, cónsonos con el realismo que pedía el tema y la época así como la camarografía, de indudable valor pictórico.