Por Luis Trelles
Cine de Autor es aquél en el que sus directores tienen control total sobre sus películas, tanto por ser sus realizadores como por haber establecido sus guiones que reflejan sus ideas como del factor tan decisivo para todo filme que es la producción.
Inside Llewyn Davis califica plenamente como cine de autor, en este caso de autores, porque la cinta es el resultado de la colaboración entre los hermanos Ethan y Joel Coen, cineastas que se dieron a conocer a partir de Blood Simple del año 1984 y cuyas filmográfías incluyen obras tan relevantes como Fargo, Barton Fink, No country for Old Men y Burn After Reading, estas dos últimas más recientes que las primeramente mencionadas.
En esta película ofrece la visión de la vida de un músico que cultiva la modalidad genérica conocida como “folk music” y que vive precariamente en la ciudad de Nueva York. Carece de domicilio fijo y pernocta donde lo acogen, alternando entre el apartamiento de un profesor universitario, la vivienda de la joven a la que ha puesto encinta, a pesar de su amistad con el marido de la joven, y otros lugares por el estilo.
Trabaja en locales de Greenwich Village e intenta abrirse paso en la ciudad de Chicago, a la que se traslada en medio del crudo tiempo invernal en un viaje que ocupa buena parte del metraje de la cinta. De regreso a la ciudad de los rascacielos su suerte no mejora y el filme termina como comienza, con el fracaso más absoluto para su protagonista.
Un argumento y una realización como la que tiene la película es diametralmente opuesta a la visión a la Hollywood, tantas veces vista en la pantalla. En esas presentaciones los compositores acaban por triunfar en grande y se apartan definitivamente de sus comienzos calamitosos.
Inside Llewyn Davis es por tanto una película opuesta a la visión tradicional ( “anti- establishment” podríamos decir) en la que los Coen combinan los pasajes patéticos y desesperanzadores con los momentos de comedia, pocos realmente, en un filme como este; desplazan la acción de las grandes urbes norteamericanas a ese mundo tan amplio representado por el interior del país y ofrecen una caracterización del mundo interior de Llewyn Davis que no resulta elogiosa ni enaltecedora. La misma revela a los espectadores aspectos ingratos de una personalidad artística que no solo no triunfa sino que su modo de ser y comportarse destaca facetas nada agradables.
Protagonizada por Oscar Isaac y con la presencia en el reparto de Carey Mulligan y de esos dos convincentes actores que son John Goodman y F. Murray Abraham, Inside Llewyn Davis merece ser vista tanto por los admiradores del cine que hacen los Coen como de los que gusten de películas realistas, sin afeites ni concesiones en que los personajes viven sus vidas sin los falsos triunfos del cine a lo Hollywood.