Por Luis Trelles
La afición del cine por el espacio se remonta a sus mismos orígenes. “Viaje a la Luna”, de 1902, es la primera cinta -elemental y primitiva pero ingenuamente encantadora- en que el nuevo medio intenta la ciencia-ficción , basándose para ello en una novela de Julio Verne.
Desde entonces el género espacial ha aumentado considerablemente alcanzando con el filme de Stanley Kubrick, “2001, odisea del espacio”, una de sus cumbres.
“Interstellar”, cinta de estreno dirigida por Christopher Nolan e interpretada por un reparto que incluye a más de Matthew McConaughey y Anne Hathaway a personalidades tan diferentes como John Lithgow y Michael Caine, dos veteranos del medio o Jessica Chastain, nombre emergente en cine, es un intento parecido en cierto modo a “2001”.
Comparte con “2001” la amplitud del tema; la larga duración y las asombrosas secuencias ambientadas en el espacio (Islandia sirvió de escenario de las mismas) que se imponen al espectador por su grandeza.
Ahí termina el parecido porque “Interstellar” combina a más el tema espacial, el familiar que se entrelaza con frecuencia con la aventura espacial.
La trama de “Interstellar” se centra en Coop, el personaje que asume McConaughey. Antiguo explorador del espacio vive con su suegro (John Lithgow) y sus dos hijos y está muy unido a su hija pequeña, Murph.
Su decisión de volver al espacio en una misión que busca encontrar para la especie humana un planeta sustituto ya que la tierra está abocada a una catástrofe inminente, lo mueve a abandonar a su familia -pese al dolor que tal separación le causa a su hija- y a intentar en unión de Amelia, una científica tenaz y decidida, encontrar ese otro espacio de que tan necesitada se encuentra la humanidad.
La parte central de la película es por tanto la dedicada a ese largo y azaroso viaje espacial. El mismo abunda en peligros, crisis inesperadas y hallazgos sorprendentes. Precisamente es uno de ellos el que provoca el asombroso final en el que se mezclan las escenas espaciales con aquellas otras que suceden en la tierra, destinadas a mostrar la crisis por la que atraviesan sus habitantes y en especial la familia del aeronauta.
Película, por tanto, de gran ambición temática que exige del cine un amplio uso de sus recursos para recrear por la pantalla la visión sorprendente del mundo del espacio, algunas de sus secuencias son impactantes como aquellas que muestra a los viajeros del espacio enfrentándose a formidables olas en uno de los planetas visitados.
La banda sonora se caracteriza por los contrastes más absolutos con algunas secuencias dominadas por una partitura altisonante en tanto que en otras el silencio resulta muy efectivo.
Matthew McConaughey se hace cargo del personaje central y ofrece una caracterización de gran fuerza emotiva. No sucede lo mismo con Anne Hathaway pues su papel se presta menos a tales despliegues.
“Interstellar” es un filme de igual que capta la atención y el interés en sus secuencias espaciales pero que llega a cansar y volverse monótono en otros pasajes, ofreciendo como saldo final un filme que combina lo familiar y emotivo con lo épico-espacial.