Por Luis Trelles
La comedia de enredos amorosos tiene un trasfondo que revela el talante de la sociedad a la que pertenecen sus personajes. Así también sucede en Maggie’s Plan, una cinta dirigida por Rebecca Miller en la que figuran como protagonistas Greta Gerwig, Ethan Hawke y Julianne Moore.
Estamos ante el clásico triángulo visto desde la perspectiva del Nueva York contemporáneo. Sus secuencias iniciales pueden resultar chocantes para algunos espectadores ya que Maggie- la figura central del filme- es una chica procedente de Wisconsin y residente de Nueva York que decide que ya está lista para ser madre. Por ello le solicita su semen a un amigo, para de ese modo quedar enbarazada, sin necesidad de recurrir a una unión, más o menos permanente; con un varón.
No logra su propósito al ocurrirle un accidente con la “materia prima” necesaria para su objetivo y entra- en vez en una relación que al inicio se presenta como simplemente amistosa, con un personaje que asume Ethan Hawke, casado con una profesora de Columbia, rol que asume Julianne Moore.
De ese modo la cinta abandona la sorpresa inicial y entra en la fórmula conocida del tercer personaje que irrumpe en el matrimonio de una pareja con hijos.
La relación, que al principio marcha bien, entra en crisis y Maggie fragua un plan para lograr que su amante la abandone y regrese con su mujer.
Esa es la trama que desarrolla Maggie’s Plan. La misma ha servido para garantizarle a la pelicula su aceptación en varios festivales, entre ellos los de Nueva York, Sundance y Berlin. Esa trama descansa para su efectividad en los diálogos y en la habilidad de sus intérpretes para hacer convincentes a sus personajes.
El filme cuenta para ello con una nueva intérprete, Greta Gerwig que se dió a conocer en la pelicula Frances Ha en el 2013 y que transmite muy bien su papel con lo característico del personaje: su procedencia del oeste del país (Wisconsin) y su crianza entre cuáqueros. Todo ello se revela en su forma de Vestir y en su franqueza y manera de proceder, que contrasta con la típica de los neoyorquinos.
Ethan Hawke transmite las dudas y vacilaciones de un hombre que busca triunfar como novelista exitoso y es, Julianne Moore, una actriz muy conocida del público, la que se impone nuevamente demostrando su versatilidad al asumir el rol de la esposa abandonada que en conjunción con la amante de su marido, consigue el regreso de éste al hogar que dejó por detrás.
Sigue Viva, por tanto, la comedia de enredos amorosos que deja de ser romántica y sentimental exclusivamente para adoptar un tono y un matiz francamente diferentes.