Por Luis Trelles
Dirigida por Guy Ritchie, The Man From U.N.C.L.E. es también una vuelta al pasado reciente así como un intento de imitar a un personaje de larga duración en el cine, el agente 007.
La primera nota asignada a la película se hace evidente en su trama que nos traslada a la década de los setenta en que, tras la terminación de la Segunda Guerra Mundial, el mundo entró en la llamada ‘guerra fría’ librada entre las dos súper-potencias que se disputaban el mundo, los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Abundaron los sucesos dramáticos en ese periodo que los créditos de la cinta utilizan como trasfondo antes del comienzo del filme.
Este comienza con una secuencia generadora de pura adrenalina mientras se contempla el encuentro de uno de los protagonistas, Napoleón Solo con Gabriela Teller, mecánica en el Berlín Oriental, a quien traslada de esa parte de la ciudad dividida a la otra. Es una huida espectacular que comienza por tierra mediante las imprescindibles escenas de persecución en autos y finaliza por el aire, al desplazarse la pareja por encima del muro de Berlín, ejecutando una proeza inigualable.
Lamentablemente, la película no pueda sostenerse durante casi dos horas con secuencias similares a ésta del comienzo y tiene que recurrir a un argumento bastante complicado que envuelve a numerosos personajes. Tiene que ver con el reencuentro de Gabriela con su padre y con la posesión de una ojiva nuclear que, de caer en otras manos que no sean las ruso-americanas, permitiría la posesión de bombas atómicas por otras naciones del mundo.
Ese argumento sirve para nuevos desplazamientos de los protagonistas y permite escenas de humor a lo británico en que se contrasten las personalidades de los dos agentes secretos, haciendo del norteamericano una especie de calco de James Bond pues tiene un pasado más que dudoso y ha entrado al servicio secreto de la CIA por ese mismo pasado. Napoleón Solo se presenta ante los espectadores como cínico, hedonista y capaz de sobrevivir cualquier peligro. Illia, en cambio, su compañero soviético, se muestra sobrio, frugal, propenso a la ira y desprovisto del humor del agente con el que trabaja en estrecha colaboración, no exenta –sin embargo- de la rivalidad.
Entre ambos está Gabriela la que, por exigencias de la trama, se hace pasar por ‘novia’ del agente soviético llegándose a establecer una obvia atracción amorosas entre ambos.
Un final abierto deja entrever la posibilidad de que se filmen nuevas aventuras con los dos intérpretes centrales de este primer filme.
Con una presencia impresionante de dobles (‘stunts’), The Man From U.N.C.L.E. es otro ejemplo del cine de acción con el trasfondo de un tiempo tenso y calamitoso para el mundo como lo fue el periodo que siguió a la terminación de la segunda guerra mundial.