Por Luis Trelles
Miles Davis, conocida figura de la música popular es el sujeto en que se centra Miles Ahead. La misma es obra de Don Cheadle que asume en ella varias funciones de suma importancia. Es su productor, director, protagonista y co-guionista por lo que se convierte en “autor” de la película, dominándola e imprimiéndole las características que desea.
La primera de estas notas definitorias es su carácter biográfico, aunque de manera parcial. La cinta no intenta darnos una visión abarcadora de la vida del músico afroamericano y así se suprimen datos relevantes de su existencia como su procedencia acomodada, sus estudios de Juilliard o su estadía en Francia donde mantuvo relaciones con Juliette Gréco y aportó la música de la película de Louis Malle titulada Ascensor para el cadalso. Del mismo modo se omite toda referencia a su segundo matrimonio con la actriz Cicely Tyson.
En vez, el filme se concentra en el ir y venir entre el año 1975 y el 1980 en que Davis, deteriorado y entregado por completo al consumo de drogas, intenta interrumpir su retiro de cinco años y producir un nuevo disco de jazz.
Se enfrenta al comienzo de la cinta, con Dave Brill (papel a cargo de Ewan McGregor) periodista de la revista Rolling Stones que intenta entrevistarlo y que se convierte en su acompañante en incursiones tan bizarras como el enfrentamiento con altos ejecutivos de la compañía disquera Columbia o con una figura de este universo que pretende posesionarse de su material. Ello da lugar a una acelerada persecución por las calles de Manhattan del músico y su acompañante. Mientras todo esto sucede se impuso como figura seminal del jazz y conoció y se casó con Frances Taylor, que se convierte según la película en la mujer de su vida.
El filme es notable por el modo como Cheadle devenido como director, maneja los recursos fílmicos. Los utiliza muy creativamente a base del uso de una edición cortante que se traslada a los espectadores de uno a otro momento e irrumpe en sus recuerdos.
Llega, inclusive, a duplicar la situación extrema con que comienza la película para volver a ella ya muy avanzada la trama.
Su final, además, impone sobre la decadencia del protagonista, su gloria musical a través de una completa ejecución de su música.
Filme, por tanto, de osada utilización de lo fílmico, Miles Ahead le permite a Don Cheadle ofrecernos una actuación de bravura que contrasta con su mínima presencia en Captain America.
Esta caracterización de Cheadle: rica en matices, exigente en lo histriónico por los cambios que experimenta el personaje, puede considerarse tan lograda como la de Hotel Rwanda, que le ganó una nominación para los premios de la Academia del año 2004, en que también se impuso por la fuerza de su caracterización.