Por Luis Trelles
La historia de una mujer cuya vida cambió radicalmente a consecuencia de un accidente deportivo, se hace presente en la película Molly’s Game.
Su protagonista es una esquiadora destacada que alcanzó el cuarto lugar entre las atletas dedicadas a ese deporte invervnal de los Estados Unidos. La misma cambia de profesión tras el accidente y se convierte en directora de juegos de póker entre jugadores masculinos de gran solvencia económica. Ese cambio de oficio lleva consigo un riesgo grande, el de infringir las leyes vigentes en la materia y la protagonista se ve acusada de actividades ilegales y obligada a defenderse en corte si desea conservar su libertad.
Con ese tema el director Aaron Sorkin nos ofrece un filme de altibajos que cuenta con una actriz muy competente en el rol titular. Se trata de Jessica Chastain, que una vez más interpreta a una mujer dedicadad y audaz, capaz de labrarse un nombre y ganar una fortuna en un mundo de hombres, jugadores a gran escala, capaces de perder en una noche una fortuna.
La película cuenta más de Jessica Chastain con la participación de Idris Elba, actor oriundo de África que también se ha dado a conocer en los cines aglo-sajones en las últimas décadas. Asume el rol de un abogado que se encarga de la defensa de la protagonista ante los tribunales y consigue con su actuación hacerse notar tanto como Jessica Chastain, pese a ser ella la figura en la que recae el peso de la cinta.
Kevin Costner, hoy reducido a papeles de menor importancia como el que interpreta en esta película, completa la nómina de personalidades del cine que aparecen al frente de su reparto.
Molly’s Game cuenta con una excelente secuencia inicial en que, utilizándose la narración, su personaje central se refiere a sus comienzos promotedores en el deporte y al desafortunado incidente que tronchó su carrera. pasa después a desarrollar en su sección central y más prolongada, su ingreso en el mundo del juego y la alta posición alcanzada en el mismo, pero a costa de su bienestar personal ya que las tensiones y riesgos de su nuevo oficio la llevaron al consumo descontrolado del alcohol y las drogas.
En su tercera y última sección, aquella en la que interviene prominenetemente Idris Elba, se enfrenta al juicio que se le sigue y a las posibles consecuencias adversas que pueden ser el resultado del dicho proceso.
La cinta resulta demasiado larga y, por imperativos de trama, se envuelve en detalles del juego que pueden resultar aburridos para los desconocedores del póker.
Molly’s Game no está exenta del interés que generan tanto las actuaciones del dúo de Chastain-Elba como las claras críticas que el filme hace al capitalismo y al mundo en el que el dinero parece ser el motivo que mueve la vida de sus personajes.