Norman: The Moderate Rise and Tragic Fall of a New York Fixer
Reseña por Luis Trelles
Norman, subtitulada The Moderate Rise and Tragic Fall of a New York Fixer, es una película diferente de las que habitualmente se estrenan. Dirigida por Joseph Cedar y protagonizada por Richard Gere, la presencia de este último, una figura de relevancia en el panorama de cine norteamericano del pasado reciente- recordado sobre todo por su participación en An Officer and a Gentleman (1982), constituye el unico elemento compartido con las película al uso.
Cinta en la que la presencia israelita se hace muy evidente tanto en su trama como en la participación de intérpretes asociados con esa nación, su trama aunque confusa mantiene el interés. Se centra en una suerte de “buscón” ya entrado en años, personaje solitario, que asume Gere. Vaga por la ciudad de los rascacielos en busca de oportunidades para contactar a los poderosos y, salvo sus encuentros ocasionales con un sobrino, socio de una firma de abogados, no tiene ningún otro contacto familiar.
En su deambular por las calles de Manhattan sigue a una importante figura política del mundo israelí, traba conversación con el alto funcionario y termina comprandole un costoso par de zapatos, regalo que dicho funcionario le agradece efusivamente.
Años después, convertido este personaje en primer ministro de Israel, encuentra de nuevo a Norman y lo une a su círculo. Con ello el protagonista adquiere brevemente relevancia, relevancia que pasa rápidamente pero que deja como saldo otra serie de favores hechos por Norman a otras personas, que las hacen felices.
Cinta que se caracteriza en lo formal por los aciertos de realización, esta sobresale y se distingue por una audacia que la convierte desde el punto de vista del lenguaje cinematográfico en un filme destacado por poco convencional.
Cabe destacar recursos como la presentación de una escena vista desde el interior de una tienda, lo que hace que se vea a los personajes- Norman y su interlocutor- pero no se le oiga. Esta técnica fue empleada con éxito por el realizador francés, René Clair, en sus gustadas películas. Otras veces se obvia el campo y contracampo para la mostración de conversaciones y se presentan estas como formando parte de la misma toma.
Norman, por tanto, asombra al espectador y le brinda la oportunidad de diferentes experiencias fílmicas, experiencias que convierten a este filme en la cinta-sorpresa de lo que va de año en el campo de los estrenos cinematográficos