Por Luis Trelles
Agradable de ver, así es The One-Hundred Foot Journey, película de reciente estreno y que reseñamos. Dirigida por Lasse Hallström y protagonizada por Helen Mirren, Om Puri y Manish Dayal, su título alude a la distancia que separa a un refinado restaurante francés de provincia- receptor de una estrella Michelin, máximo reconocimiento al que aspiran los grandes centros de la gastronomía de Francia- de otro establecimiento de comida “étnica y exótica”, dedicado a la comida hindú.
Los dueños de ambos restaurante son también diferentes como sus dos cocinas nacionales. Una, Madame Mallory (interpretada por Helen Mirren), es arrogante y muy pegada de su superioridad culinaria en tanto que el otro, Kadam, es un emigrante que se ha visto obligado a abandonar su nativa Bombay con sus cinco hijos, tras unos disturbios que le ocasionaron no sólo la pérdida material de su negocio sino la muerte de su esposa.
La enemistad que va en aumento entre estos personajes se alterna con la atracción creciente del hijo de Kadam, llamado Hassan, por Marguerite, la aprendiz de chef que se entrena bajo la estricta disciplina de Madame Mallory.
La “amabilidad” del filme se hace evidente en su empeño por presentar brevemente los ataques del comienzo y más tarde el intento de algunos de los ayudantes de Madame Mallory de incendiar el restaurante vecino. Un final felíz reconoce no sólo la valía como chef de Hassan sino también evidencia la atracción amorosa tanto de Kadam por Madame Mallory como de Hassan por Marguerite.
La película confirma la preferencia del director,el sueco Lasse Hallström, por el tema culinario evidenciada anteriormente en su cinta Chocolat. su filmografía revela asimismo su facilidad para la dirección de comedias. La eficacia fílmica de este director se demuestra en esta película por su habilidad para combinar secuencias intimistas con otras en las que la edición resulta fluida y cortante como en la situación inicial en que muestra el ataque del restaurante de Kadam en bombay o, más tarde, en la acelerada competencia entre los dos equipos culinario evidenciada en la preparación de los platos.
En términos de actuación, Helen Mirren compone su personaje con evidente notas de arrogancia y superioridad que distinguen inicialmente a su figura, pasando más tarde a la comprensión y reconocimiento de la cocina rival y se sus representantes.
Om Puri ofrece en el rol de Kadam una interpretación que contrasta con la de Helen Mirren por su naturalidad y sencillez en tanto que Manish Dayal, personificando al hijo de Kadam, se destaca como el personaje destinado a convertirse en un gran chef de Francia.