Por Luis Trelles
Un buen comienzo distingue desde su inicio a Prisioners, cinta de estreno, de otras películas de tema parecido. El tema desarrollado de Prisioners es el de la justicia tomada por sus propias manos por el padre de Anna, niña desaparecida el día de dar gracias, en compañía de una amiga y vecina, cuyos progenitores han sido también invitados a la comida de acción de gracias preparada por los padres de Anna.
Pese a que de inmediato entra en acción la policía y su detective Loki, un investigador paciente y tenaz, Kelly Dover, ese padre angustiado, no se contenta con el ritmo que lleva la búsqueda y secuestra a un hombre retardado a quien se considera sospechoso y que para él es el culpable y lo somete, con la cooperación de su amigo Franklin, progenitor de la otra niña perdida y su esposa, Nancy, a indescriptibles torturas para obligarlo a confesar su crimen.
Lo que acaece en definitiva deja muy mal parados tanto al detective como al padre “vigilante” ya que exonera de culpa al retardado- tan golpeado y maltratado por el dúo de padres y así mismo pone en evidencia un grado de violencia, igualmente repulsivo, en las tácticas y métodos usados por el detective Loki.
Esta cinta, tan intensa y lograda en lo formal, lo que se debe tanto a la excelente camarografía del filme que encuadre tras encuadre convierte a la naturaleza casi invernal en un personaje más que es también reflejo de los personajes centrales, como a la fuerza de sus actuaciones.
Estas corren a cargo de Hugh Jackman- que personifica a Kelly Dover con una furia y una intensidad que rayan en la locura- como de Jake Gyllenhaal, a cargo del rol del detective Loki.
Gyllenhal concibe su personaje de manera opuesta a Jackman pues es toda frialdad y contención hasta la secuencia en que estalla toda su furia.
Completan el reparto dos excelentes intérpretes afroamericanos, Terrence Howard y Viola Davis, caracterizando a los padres de la otra niña desaparecida; María Bello en el papel de la madre de Anna, desesperada ante lo acaecido y Paul Dano, en el rol del personaje viciosa y salvajemente maltratado por quienes sin pruebas y por la mera sospecha los acusan de lo acaecido.
El gran mérito de la cinta recae en su director, Dennis Villeneuve, realizador franco-canadiense del que se ha visto anteriormente una cinta igualmente poderosa, Incendies (nominada en la categoría de mejor filme extranjero en el año 2011), con la que Prisioners, pese a ser un filme hablado en inglés, guarda semejanza en lo tocante a la calidad e intensidad de sus imágenes.
Prisioners, no obstante los expuesto, es un filme que se regodea excesivamente en una violencia extrema y cuyo sorpresivo final dejará a mas de un espectador atónito y asombrado.