Por Luis Trelles
La vida de Jesse Owens se recoge parcialmente en la cinta Race. La película sólo presenta un periodo de su existencia, aquél que corresponde con sus años juveniles en los que logró la admisión a la universidad estatal de Ohio. Pronto se destacó por sus extraordinarias dotes de atleta, estabeciendo nuevas marcas tanto como corredor como en el salto a distancia. Esas credenciales le valieron ser elegido para formar parte del equipo olímpico de los Estados Unidos que participaría en las Olimpiadas de 1936, celebradas en Berlín, en el apogeo del régimen nazi.
La película trabaja la vida de Owens desde una doble perspectiva. De una parte se nos ofrece la visión del joven afroamericano perteneciente a una familia muy pobre que subsistía durante los años de la depresión así como sus relaciones amorosas con una chica con la que tuvo una hija y con la que posteriormente se casó.
De la otra, la cinta concentra en su amistad con el entrenador Larry Snyder, quien lo preparó para los juegos olímpicos y lo acompañó, de no oficial sin embargo, al evento.
La parte más interesante del filme es aquella que se concentra en presentar la recreación de los juegos y el talante que imperaba en la capital alemana en la que eran públicos los desmanes y atropellos contra los judíos.
La cinta también introduce en esta sección tanto a Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler como a la “cantora” del régimen, la cineasta Leni Riefenstahl, quien presentó en las pantallas del mundo, con la enormidad de recursos puestos a su disposición por el régimen, los famosos juegos. Ellos son la razón de ser de su película Olympia, que data del año 1938.
Goebbels y Riefenstahl según el filme fueron opositores en más de una ocasión en lo concerniente a la filmación del evento y la película recoge en algunas escenas sus enfrentamientos.
Otro aspecto importante que muestra la cinta es el tratamiento recibido por Owens en los Estados Unidos como, más tarde, el de los miembros judíos de la delegación norteamericana en Berlín, evidenciadores del discrimen racial imperante en ambas naciones, impuesto por el ordenamiento legal vigente en la nación norteamericana y abiertamente violento en Alemania. En un caso el discrimen se ejercitaba contra los negros y en el otro se cebaba en los judíos.
El resultado es un filme que interesa más cuando se centra en los mencionados juegos y en los triunfos alcanzados por Owens y resulta menos absorbente cuando fija su atención en la vida privada y sentimental del atleta. Se sigue entonces un patrón que resulta a la vez tradicional y convencional. Es el establecido por el cine norteamericano desde la década de los treinta en sus películas biográficas que resulta en una combinación de lo sentimental con lo historicamente comprobable.
A más de los valores de producción que se hacen presentes en la cinta- la recreación de época y ambientes- el filme se distingue por la presencia en el terreno actoral de un nutrido grupo de intérpretes en el que sobresalen a más de Stephen James que asume el rol de Owens; Jeremy Irons que compone el personaje del ex-atleta y hombre de negocios Avery Brundage y William Hurt. Este, más desviado y con menor presencia. Otros actores que destacar son Carice van Heuten que personifica a Leni Riefenstahl y Barnaby Metschurat que asume el rol de Goebbels con gran eficacia, pese a permanecer en silencio en numerosas escenas, dependiendo del gesto y de la intensidad de la mirada para impresionar con su caracterización.