Por: Luis Trelles
Silence, la nueva película de Martin Scorsese, se basa en la novela de Shusako Endo, autor japonés de fe católica, así titulada y publicada en el año 1966. La misma fue llevada a la pantalla en 1971 en una versión japonesa que no agradó a Endo.
Hoy 50 años después de publicada la novela, Scorsese co-establece el guión de la cinta, inspirándose en la obra de Endo y realiza el filme.
Este, interpretado por Andrew Garfield, Adam Driver y Liam Neeson, gira en torno a dos sacerdotes que en el siglo XVII solicitan de su superior, el padre Valignano, permiso para viajar a Japón en busca de su mentor, Ferreira, del que se tienen noticias de que ha apostatado.
Concedido el permiso ambos emprenden desde la colonia portuguesa de Macao tan azaroso viaje bajo condiciones muy adversas pues no hablan japonés ni conocen el país y sus habitantes.
Los mueve tanto con la búsqueda y el reencuentro con Ferreira, el celo por la conversión de los japoneses al catolicismo. Ese celo fue notable en dicho siglo a base de los esfuerzos misioneros llevados a cabo por varias órdenes religiosas, entre ellas la de los jesuítas, comunidad a la que pertenecían ambos padres.
Esa estadía, preñada de peligros, cuenta con la ayuda de la pequeña comunidad cristiana y termina con la delación que le convierte en prisioneros.
Sucede entonces el martirio de los que los habían ayudado la aparición de Ferreira, cuya búsqueda motivó el viaje y, en definitiva, la perspectiva del martirio para Rodríguez, el sacerdote sobreviviente. El mismo no ocurrirá en un sorpresivo y sorprendente giro de la trama.
La película de carácter controversial por ese final, culmina la carrera de casi medio siglo de Scorsese y recuerda otra cinta suya, también controversial, La última tentación de Cristo.
Formalmente Silence un filme muy cuidado en el que sobresalen las actuaciones, especialmente la de Andrew Garfield como el Padre Rodríguez por tener este actor el rol de mayor importancia y el que más exige en términos interpretativos y la camarografía, contribución del mejicano Rodrigo Prieto, que sobresale por la belleza de sus tomas y por el aporte que hace al tema tratado. Este trabajo de Prieto le ha valido figurar entre los cinco candidatos que compiten por el Oscar que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas concede en este campo.
Silence es una cinta que entronca con las preocupaciones de Scorsese, un ex-seminarista que creció en la “pequeña Italia” de Nueva York y que presenció de primera mano la violencia asociada con la ciudad de los rascacielos. Estamos ante un filme muy alejado de los ofrecimientos habituales presididos por la noción de entretenimiento, que hace pensar sobre las exigencias de la fe cristiana.