Por Luis Trelles
Steves Jobs es una biografía fílmica singular, no tanto por su sujeto, el hombre que hizo posible junto a Stephen Wozniak las computadoras personales, de tamaño reducido, produciendo así una revolución en la tecnología y el modo de comunicarse las personas; sino por su realización cinematográfica.
Ésta descanza en la utilización de planos secuenciales que mantienen la imagen frente al espectador por mayor tiempo permitido que los intérpretes sostengan largas confrontaciones en las que discuten problemas vitales, tanto en lo personal como en el ámbito profesional.
Jobs, tal como lo muestra la cinta, era un hombre difícil, acostumbrado a imponer sus criterios de manera absoluta, agotando la paciencia de sus interlocutores, bien se traten de su fiel ayudante y eficaz colaboradora; bien de su ex-compañera, cuya hija -fruto de esa unión- se niega a reconocer, accediendo tras súplicas y arduo trabajo a facilitar la ayuda económica que ésta le solicita.
Lo mismo ocurre -en términos de trato- con su compañero de trabajo, Wozniak y con su mecenas en el mundo de la gran empresa.
Tres fechas claves: 1984, 1988 y 1998 enmarcaron las situaciones presentadas en el filme y solo a través de tomas relámpagos -al modo de flashbacks- se recuperan momentos trascendentales del pasado.
Esa presentación obliga a los intérpretes no solo a memorizar largos parlamentos sino a acompañarlos con el gesto conveniente. Para ello, Danny Boyle, director de la película, ha contado con un actor de fuerte capacidad histriónica, Michael Fassbender, para el rol principal. Forman parte también del reparto, Kate Winslet, que asume el rol de la ayudante capaz de estar a su lado en todo momento de crisis y de ocuparse su sus asuntos familiares, forzándolo literalmente a que reciba a esa hija que se empeña en desconocer y le preste la debida ayuda.
Otros actores a destacar son Seth Rogen y Jeff Daniels, que se hacen cargo de los papeles de Wozniak y del alto ejecutivo que financió sus proyectos.
Un filme biográfico, repito, sumamente creativo por su manera de enfocar y presentar en la pantalla aspectos definitorios de la vida de Steve Jobs.