Por Luis Trelles
The Book of Henry ofrece a los espectadores dos película en una. En su primera mitad la cinta, interpretada por Naomi Watts, Jaeden Lieberher y Jacob Tremblay y dirigida por Colin Trevorrow, pertenece al segundo de los intérpretes citados, ya que domina esta sección caracterizada a sus inicios, por lo amable del relato.
Después de un suceso inesperado, la súbita enfermedad de Henry (el personaje que interpreta Lieberher) vuelve el filme sombrío y muy sentimental, con sólo algunas insinuaciones de que esta cinta pueda ser de horror.
Esta posibilidad se materializa en su segunda mitad, cuando el personaje de Henry, el niño de once años de edad dotado de tal inteligencia que lo vuelve un super-genio, capaz de hacer inversiones fantásticas en el mercado de valores y de convertirse en guía y mentor de Susan, su madre (Naomi Watts), desaparece y solo queda Susan con su otro hijo. Este resulta ser todo lo inocente que uno puede esperar de un chico de su corta edad, creándose así un fuerte contraste entre los dos hermanos.
En su segunda mitad, The Book of Henry adquiere otro tono y una intensidad distinta. Intenta convertirse en un filme de horror y en esta parte, Naomi Watts, que es el nombre estelar de la cinta, asume la primacía protagónica. Se transforma instantánea y milagrosamente en una mujer capaz de olvidarse de su pasado, tal como se muestra en el comienzo de la cinta como empleada de un restaurante, aficionada a los juegos electrónicos y dispuesta a reunirse con una compañera y amiga del trabajo para una noche de consumo abundante de bebidas alcohólicas.
La mueve a esa transformación el recuerdo de su hijo y el de salir de la apatía frente a los abusos perpetrados en su presencia.
Por ello y guiada por las instrucciones que le ha dejado su hijo en un libro rojo “el libro de Henry”, se vuelve capaz de enfrentarse a Glenn Sickleman, su vecino, que no goza del respeto de la comunidad, para retarlo a que ponga fin a los abusos que comete contra su hijastra, Christina, una niña de once años.
Es así como asume el rol de “vigilante”, dispuesta a matar a Sickleman para liberar a Christina de abusos y malos tratos.
Un final a lo “Hollywood” pone término a una película nada convincente por lo forzado e inesperado de sus dos grandes crisis, una que aflige a Henry y otra que tiene que ver con el cambio de actitud de Susan, su madre.
The Book of Henry es un proyecto fallido porque en ninguna de las dos alternativas que ofrece su guión resulta creíble, encontrándose aquejada de la falta de fuerza que se manifiesta en el filme no obstante los esfuerzos, tanto de Jaeden Lieberher como de Naomi Watts, por hacer de esta cinta una potente y convincente entre las pertenecientes al género de horror.