Por: Luis Trelles
El cine actual acude cada vez con mayor frecuencia a “rescatar” del olvido a figuras menos conocidas de la historia y se sirve de ellas para nuevos proyectos cinematográficos.
Un caso evidente entre los estrenos recientes es el filme titulado The Free State of Jones. Dirigida por Gary Ross y protagonizada por Matthew McConaughey, esta película revive en la pantalla la historia de Newton Knight, sureño del condado de Jones en el estado de Mississippi, quien reclutado para tomar parte en la guerra civil norteamericana, sirvió en el campo de batalla como camillero y al desertar y regresar a su hogar, se convirtió en dirigente de un grupo compuesto por desertores y negros que hicieron de un pantano de la región su hábitat.
Allí tomó conciencia plena del horror de la esclavitud y de la desigual distribución de la riqueza de la región, integrando un movimiento que mantuvo en jaque a las fuerzas de la Confederación y que intentó recibir ayuda del Norte a base de pedidos de armas y hombres al General Sherman, para, así apertrechados, enfrentarse a las fuerzas del sur.
Tras la conclusión del conflicto, Knight siguió abogando por los derechos de los desposeídos, en unión de la esclava que lo había socorrido en los tiempos difíciles y del hijo tenido con la misma.
Esta nada conocida historia se convierte a manos del director del filme, Gary Ross, en una cinta que interesa por el proceso en sí mismo y por su personaje central y se vuelve una cinta antitetética de Lo que el viento se llevó, el filme más visto y exitoso de los muchos realizados por Hollywood en torno a la guerra de secesión, ya que ofrece una visión muy distinta del régimen prevaleciente en el sur de los Estados Unidos.
La película es, ante todo, un esfuerzo por parte de su figura central, Matthew McConaughey, de modificar la imagen que de él se tiene en el cine reciente (la ofrecida en la película, Dallas Buyers Club, que le ganara el Oscar de mejor intérprete masculino protagónico correspondiente al año 2013) y transformarse no solo física sino dramáticamente a través de un rol que lo convierte en una figura emblemática del otro sur, el habitado por negros y blancos pobres que se revelan, bajo su liderato, contra las injusticias del sistema esclavista. La desigual situación de la población negra prevaleció en el estado, una vez terminado el conflicto, en el llamado periodo de reconstrucción que siguió a la guerra, como la película también lo presenta.
The Free State of Jones es un ofrecimiento diferente procedente del cine norteamericano, renovador de la imágen de su protagonista y dotado de un realismo que se hace muy evidente en las escenas de batalla. Para acentuar ese realismo el filme inserta en su flujo de imágenes fotográficas de la época y evita, al máximo, el acompañamiento musical prefiriendo un silencio que le permite al aspecto visual convertirse en el elemento dominante de la producción.