Por Luis Trelles
Nominada en trece categorías para los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas recientemente anunciadas, The Shape of Water es un filme cuyo origen se encuentran en una idea de Guillermo del Toro, quien también es co-guionista del mismo y su director.
La cinta resulta extrordinaria por el modo en que introduce en su relato elementos de distintos géneros como el fantástico, el terrorífico, el romántico y hasta escenas propias de los géneros gansteril y musical. Tales elementos se emplean para contar una historia inusitada, la de Elisa, su protagonista y la forma como conoción el amor a base du una relación más que improbable con una criatura de otra especie.
Elisa es también un personaje excepecional, discapacitada del habla por ser muda, vive en los altos de un cine en Baltimore y trabaja como empleada de la limpieza en las facilidades de un centro secreto de investigaciones del gobierno.
Elisa cuenta con dos únicos amigos: Zelda, empleada con ella en el centro y Gilles, un pintor homosexual, sin suerte y sin trabajo, que es su vecino de vivienda. Elisa conoce fortuitamente a la extraña criatura acuática que recuerda a las de las películas sobre monstruos de los años cincuenta, periodo que se corresonde con el de la cinta, identificable por la carrera espacial que se libró en aquel tiempo entre las dos superpotencias del mundo: Estados Unidos y la Unión Soviética.
Otras característica de aquel entonces como los Cadillac y, sobre todo, las referencias al cine y a las estrellas de dicho momento como Alice Faye y Betty Grable y el recuerdo a la que fuera la gran atracción de taquilla de los años treinta, Shiley Temple, también están muy presentes en el filme.
El argumento sigue las aventuras de Elisa y la progresión de sus contactos con la criatura encerrada que se convierten en sexuales como expresión de su amor por la misma, que le es correspondido.
Tal historia requería de un villano que se materializa en el filme con toda su fuerza al convertirse en el maltratador de la extraña criatura y que además intenta violar a Elisa.
Filme, por tanto, de fantasía sin límites en que se hacen muy evidentes dos elementos de sobra conocidos: el sexo y el cine, The Shape of Water nos recuera que Del Toro es el autor del Laberinto del Fauno cinta en que inició esa combinación tan poco plausible de aunar lo maravilloso y fantántico con lo muy crudo y real. Esa combinación se acentúa en esta película.
The Shape of Water evidencia el talento del cineasta mejicano para la cración fílmica, que se manifiesta poderosa en este filme, con su prodigiosa inclusión de tantos géneros diferentes.
El gran logro de del Toro no es lo único encomiable en la cinta. Sobresalen sus actuaciones, especialmente la rendida por Sally Hawkins en el rol de Elisa. Consigue sin palabras y por la intensidad de sus expresiones transmitirle a los espectadores la gama de emociones y sentimientos que exige su personaje.
Octavia Spencer como su amiga y compañera de labores, ofrece de nuevo en su carrera una actuación en la que no faltan lo picaresco aunado al talante dramático necesario a su rol.
Ambas figuran como candidatas a los premios a la actuación femenina que concede la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y Richard Jenkins en el papel del gran amigo de Elisa también ha obtenido una nominación, en la categoría de mejor actor secundario.
La cinematografía y la música merecen un reconocimiento por la belleza visual de algunas de las imágenes de la cinta y por el impacto creado por la música, especialmente a los comienzos del filme.