Por Luis Trelles
Un cambio de imagen en la protagonista, aventuras a granel, una trama absurda y sobreabundancia de efectos especiales caracterizan a Tomb Raider, película recién estrenada. En ella Alicia Vikander, ganadora del “oscar” como mejor actriz secundaria del año 2015 por su participación en The Danish Girl, asume el rol protagónico.
Interpreta a un personaje procedente de los videojuegos llamado Lara Croft, Ese personaje ha viajado antes a la pantalla, interpretado por Angelina Jolie.
Se trata de un sorprendente cambio en imagen para Alicia Vikander, joven actriz que hoy, como la laureada Meryl Streep antes que ella, asume un papel que requiere poco de la intérprete en términos de actuación dramática pero sí exige el máximo de su persona en lo referente a energía física. (el rol de Meryl Streep que exigía tales dotes atléticas lo fue el desempeñado en The River Wild).
La trama absurda de esta película recuerda en cuanto al último escenario en que sucede la acción a King Kong, ese clásico del cine de horror que desplaza a su protagonista a una mítica isla del sureste de Asia. Lo mismo ocurre con Lara Croft y su nueva aventura. Lara viaja en busca de su padre a una isla situada en el mar de fuego, cercana a Japón. Encontrará allí la tumba de la reina Himiko y a su progenitor en sus inmediaciones.
El valor que contiene la cinta es el del amor filial aunque lo que sobreabunda en la misma son las situaciones de extremo peligro como un naufragio en un mar embravecido. La caída por una imponente catarata y un gran final en la tumba de Himiki.
Prima el espectáculo, tanto el ofrecido por los diversos escenarios: Londres, Hong-Kong, la isla en que sucede la parte central del filme. En ese contínuo viajar Lara encontrará un apoyo en Lu-Ren, el asiático propietario del barco que los conducirá a la isla misteriosa, que se vuelve su amigo incondicional y compañero de aventuras y también expondrá a un poderoso enemigo, Matías Vogel;, al servicio de una entidad, la órden de la Trinidad, que busca el fin del mundo a base de lo que encontrará en la isla. Un final feliz se abre a la posibilidad de una serie, a base de la sorpresa en lo tocante a la persona que representa y actúa por la órden, cuya identidad se revela a la conclusión de la película.
En lo cinematográfico, Tomb Raider se desarrolla a base de secuencia tras secuencia de acción, a cuál más increíble, en las que la protagonista logra salir sana y salva, pese a los formidables obstáculos a los que se enfrenta.
Una nota recurrente en el cine actual es la presencia en roles secundarios de figuras que antaño fueron protagónicas. En el caso de esta cinta son Kristen Scott-Thomas, que aparece muy brevemente en el filme en el papel de Ana, la secretaria de Richard Croft, el padre de Lara y Derek Jacobi, excelente actor inglés, figura central de la serie, I, Claudius, reducido hoy a una mínima intervención ya que aparece sólo dos veces en Tomb Raider.