Por Luis Trelles
El anuncio de las nominaciones para los premios anuales de la Academia de Artes y Ciencia Cinematográficas siempre sorprende, tanto por su variedad como por las sorpresas que encierra. Entre los nominados para los reconocimientos de mejores actuaciones protagónistas masculina y femenina figuran este años dos nombres nuevos. Son los de Brie Larson, escogida por su papel en Room y Bryan Cranston, seleccionado por su rol en Trumbo.
Trumbo es un intento de biografía parcial de un reconocido guionista de Hollywood de los años cuarenta y cincuenta.
Cayó en desgracia al conocerse que había pertenecido al partido comunista y formó parte de “los diez de Hollywood”, como se conoce a aquellas figuras del mundo del cine que, citados a declarar ante el Comité de Actividades Anti-Americanas del Congreso, se negaron a testificar y a dar nombre de otros sospechosos.
Como resultado, Dalton Trumbo cumplió un tiempo en prisión y, puesto en libertad, sufrió un boicot total por parte de la industria. Recurrió entonces a la estratagema de firmar guiones con seudónimos y así ganó un Oscar en el año 1956 por su guión para la película The Brave One. Pocos años después Kirk Douglas y Otto Preminger decidieron identificarlo por sus guiones para Spartacus y Exodus.
La cinta, protagonizada por Cranston y en cuyo reparto figuran además John Goodman, Diane Lanes y Helen Mirren, ésta última en un papel diferente a aquéllos a los que nos tiene acostumbrados, asume la caracterización de Hedda Hopper, una de las “chismógragas” más famosas de aquel periodo, le ha valido a Bryan Cranston esa nominación a la que nos referimos anteriormente.
Trumbo es una película en función de una actuación, brindándole a los espectadores de hoy la oportunidad de conocer detalles del proceso de los diez de Hollywood. La cinta combina el realismo factual representado por las tomas procedentes de noticieros de la época con las secuencias, más abundantes, de carácter dramático, sobre la vida de Dalton Trumbo.
Este ha sido caracterizado con gran acierto por Cranston, estando la dirección de la película a cargo de Jay Roach, un realizador especializado en comedias de dudoso gusto como las de Austin Powers tituladas International Man of Mistery, The Spy Who Chagged Me y Austin Powers in Goldmember.