Por Luis Trelles
Tully, que también sha sido co-producida por su intérprete principal, Charlize Theron, se convierte en un nuevo vehículo para el brillo dramático de esta actriz, personalidad del cine reciente. Charlize Theron aparece en Tully despojada de todo aquello que pueda realzar su atractivo físico y se muestra, en vez, con un evidente aumento de peso, desaliñada y ojerosa, tal como corresponde a una mujer recién parida. Su aspecto se asemeja, aunque con menos fealdad, al personaje que interpretó en Monster, por el que obtuvo el “oscar” que concede la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas a la mejor actriz del año, premio que le fue otorgado en 2003.
Tully es, por tanto, un nuevo triunfo interpretativo en la carrera de Charlize Theron, la exmodelo surafricana convertida en intérprete de cine. Es también un filme en que figura una actriz del cine reciente, Mackenzie Davis, en el papel de Tully. La película es el resultado del esfuerzo creativo del dúo formado por Jason Reitman y Diablo Cody. Ambos contribuyen a la película con los indispensables aportes representados por la dirección y el guion, obra de este último de Diablo Cody que se reúnen nuevamente en un filme como lo hicieron en el 2007 en Juno, obteniendo Cody de la Academia el premio a mejor guion original visto ese año.
La cinta parece caracterizarse por la ambigüedad y podría considerarse por algunos como una fantasía que reafirma los valores fundamentales de la vida: la procreación y la familia, en tanto que para otros, sería una cinta realista y a la vez nostálgica de un tipo de existencia dejado atrás por su protagonista, esa Marlo desencantada que conocimos al inicio del filme.
Tully es un filme intimista, de corte realista, en el que aparecen pocos personajes y en el que se recrean episodios de la vida cotidiana de una mujer que al comienzo de la película está a punto de dar a luz a su tercer hijo, mientras atiende a los otros dos habidos en su matrimonio, especialmente al segundo, un niño que confronta problemas de aprendizaje en la escuela, debido a sus necesidades especiales. Esa situación de Marlo, agravada por el nacimiento de su tercer vástago, encuentra “alivio” en la súbita interrupción en su casa de una niñera nocturna, pagada por su hermano, que se hace cargo de todo en el domicilio patas arriba de Marlo y que la subyuga hasta tentarla a abandonar por una noche a su familia y a su recién nacida y vivir experiencias de su vida anterior, como mujer abierta a todo y a todos.
Tully se asemeja en su inicio a Mary Poppins, aquella “nanny” que hiso prodigios en la casa en la que se hizo presente y así podría calificarse, tan sólo en sus comienzos, con una Mary Poppins para adultos, dado el rumbo muy diferente al clásico de Walt Disney que luego toma la película.