Por Luis Trelles
Débil en su trama que combina dos motivos temáticos diferentes pero muy bien cuidada en todo lo concerniente a sus aspectos formales, Hyde Park on Hudson es un filme de estreno en el que comparten honores estelares Bill Murray y Laura Linney bajo la dirección de Roger Mitchell.
La película nos retrocede al año 1939, poco antes de que comenzará la Segunda Guerra mundial y combina la visita de los reyes de Inglaterra, Jorge VI e Isabel, a los Estados Unidos en un viaje de buena voluntad que ocultaba un propósito subyacente, obtener el apoyo de la nación americana a la causa de los aliados. (Era también la primera vez que unos monarcas británicos pisaban el suelo estadounidense); con las incidencias de la vida privada del muy popular presidente de la nación, Franklin D. Roosevelt.
Roosevelt, víctima de la poliomielitis desde su juventud y paralizado de ambas piernas, pasaba el verano en la residencia de su madre, la formidable Sarah Delano, ubicada en Hyde Park, estado de Nueva York. Distanciado de su esposa Eleanor, invita a que lo visite una prima muy lejana, Margaret “Daisy” Stuckley y pasea con ella. Coincide con esos encuentros la inminente visita de los soberanos británicos. La relación, además, pasa de lo meramente amistoso al terreno de lo íntimo, intimidad que también comparte con el presidente una de sus ayudantes.
Estos dos motivos temáticos tan diferentes se prestan de una parte para la elaboración de un guión que se centra en esas relaciones entre los dos “primos” y de la otra a la presencia en el filme de lo irónico y lo jocoso pues los reyes, y en especial la soberana inglesa, resienten tanto la decoración de sus habitaciones como el tener que asistir a un pasadía cuyo principal atractivo será el consumo de “hot dogs”. El rey, más benévolo, se presta mejor a semejante banquete y recibe el aplauso de la concurrencia por su consumo del “plato fuerte” del convite.
La cinta se distingue, como anticipamos, por el cuidado formal en la recreación de época y de los ambientes y por la presencia en el papel protagónico femenino de Laura Linney, excelente intérprete del cine norteamericano. Asume el rol de la prima lejana del presidente dotándolo de unas notas evidentes de timidez asociadas a un hermetismo manifiesto de sus sentimientos, los cuáles afloran poderosos en la secuencia más dramática del filme, aquélla en que descubre la infidelidad de su amante y el doble papel asumido por su ayudante más cercana.
Bill Murray imita a la perfección los gestos y manerismos del presidente pero su personaje carece de profundidad. Peor resulta Eleanor Roosevelt reducida a una mera presencia dentro de la cinta. Esta acentúa los aspectos risibles como la torpeza evidente del servicio doméstico al celebrarse la primera cena oficial de los reyes en Hyde Park.
Hyde park on Hudson se une a esa tendencia reciente del cine de servirse del rey Jorge VI como personaje fílmico pues ya desfiló por las pantallas del mundo en The King”s Speech, cinta centrada en la tartamudez del monarca y en los esfuerzos encausados por su esposa para someterlo a un efectivo tratamiento.