Primera parte:
Segunda parte:
Por Natalie Caraballo
“Bandera de la rebeldía, todavía es hora, todavía”, palabras del poeta boricua Juan Antonio Corretjer que fueron fuente de inspiración para los estudiantes que participaron de las diversas luchas estudiantiles que se suscitaron en la Universidad de Puerto Rico (UPR) poco antes de la década del 30 y que continuaron década por década, con especial ahínco en los años 40 y 70, que marcaron la historia de la Universidad y el país.
Así, el programa Hablando de Historia abrió espacio al tema de las luchas universitarias, fenómeno que levanta pasiones y es controvertible para muchos, donde a su vez los activistas de las distintas huelgas reclaman lo que para ellos es la innegable vigencia que deben tener las luchas en las generaciones contemporáneas.
Y uno de los que apoya esa línea de pensamiento es el doctor Julio Muriente Pérez, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), quien fue el invitado especial del programa. El profesor de Historia y Geografía en la UPR, contó algunas de las experiencias que tuvo en los años de la Huelga, además de conectar, junto con el productor de Hablando de Historia, Tony Vera, las razones históricas de las luchas, donde aseguraron que la juventud juega una papel esencial y trascendental en los procesos históricos del país.
Julio Muriente, quien presidió en sus años universitarios la Federación Universitaria Pro Independencia (FUPI), habló sobre cómo la Universidad es un espacio y punto de encuentro para la diversidad, las ideas conflictivas, debates, controversias, propuestas, denuncias, lo cual para muchos sectores gubernamentales, según él, constituye una amenaza.
“En los 70, los estudiantes reclamaron un espacio de paz, no al ROTC (Reserve Officers’ Training Corps), no al servicio militar compulsorio, no a la participación puertorriqueña en la guerra de Vietnam, y la respuesta a todo lo anterior era la intolerancia del gobierno”, detalló el actual catedrático en la UPR, quien en sus años universitarios fue expulsado de la Institución.
En la década del 70 se implementó lo que Muriente cataloga como la “política del shock”, que consistió en “volcar inmensa violencia, extraordinaria intolerancia, aplastar, y hacer daño porque era inadmisible que un estudiante protestara y reclamara espacio para la toma de decisiones”.
Tales conflictos violentos desembocaron, entre tantos sucesos, en la muerte de tres civiles, entre ellos Antonia Martínez Lagares, asesinada a manos de la policía por reclamarles aparentes abusos cometidos delante de ella. Tanto Vera como Muriente narraron las persecuciones que experimentaron en esos años, ya que para ellos no se valía la conformidad, había que cuestionarlo todo y no podía existir la indiferencia o el cinismo; era cuestión de dignidad humana.
Y ese es el mensaje que llevan para la juventud de hoy día, quienes cargan, según Muriente, con el reto y la responsabilidad de cambiar la visión que se tiene de la Universidad: “una concebida como un bonsái, castrada, inútil e impertinente. Buscan enajenarla del resto de la sociedad cuando en realidad es una columna que da soporte y solidifica la sociedad”. De igual manera, recalcó a los jóvenes puertorriqueños la necesidad e importancia de trascender la indiferencia, la resignación, y sobre todo creer en el porvenir.
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Un análisis a aspectos importantes de nuestra historia y sus protagonistas, con la participación de distinguidos intelectuales y académicos del país. Hablando de Historia, todos los miércoles a las 5:00 pm por el 89.7 fm San Juan, 88.3 fm Mayagüez y por radiouniversidad.pr.