Un 24 de octubre, en Puerto Rico, nacen dos personajes que dejaron marca a través de la música, las letras y la enseñanza; dos Rafaeles: Rafael Hernández Marín y Rafael Cordero Molina.
Rafael Hernández Marín fue el encargado de que cantemos ahora las letras de “Preciosa”, “Lamento Borincano”, “El Cumbanchero”, “Silencio”, “Campanitas de Cristal” y “Los Carreteros”. También conocido como El Jibarito, nace en Aguadilla en 1892 y durante su transcurso cultivó diversos géneros musicales. Hernández se convierte en uno de los compositores más proliferos, dejándonos la letra de sobre tres mil temas, muchos de ellos convertidos en himnos. Muere el 11 de diciembre de 1965 en Puerto Nuevo.
Más de un centenario antes, en 1790, nace el primer maestro de la Isla, Rafael Cordero Molina. Se le nombró “Padre de la Educación Pública en Puerto Rico”. Fue también tabaquero y zapatero. Hijo de esclavos libertos, se dedicó a enseñar a los niños de forma gratuita y sin consideración de raza o condición social en su casa en la calle Luna del Viejo San Juan. Alguno de estos niños fueron Alejandro Tapia y Rivera, José Julián Acosta y Manuel Elzaburu. Luego de cincuenta años de ofrecer clases gratuitas se le concede el título de Maestro Incompleto que le pagaba quince pesos mensuales. Muere en 1868 a los 78 años de edad en su ciudad natal, San Juan. Dijo: “No escribo nada en esta vida, porque no quiero recordar hoy el bien que hice ayer. Mis deseos son que la noche borre las obras meritorias que he podido hacer durante el día”.
Coro UPR interpreta Campanitas de Cristal de Rafael Hernández en arreglo de Néstor Hernández bajo la dirección de Carmen Acevedo Lucío. 6 de noviembre de 2013 en La Rotonda de La Torre UPRRP