Por Luis Trelles
Coproducción franco- alemana, ¿Y si vivimos todos juntos? es el segundo largometraje de Stéphane Robelin y lleva al frente de su reparto a dos personalidades norteamericanas bien conocidas del público por ser una de ellas, Jane Fonda, receptora del “oscar” por su actuación en Klute y estrella de numerosos filmes y la otra, Geraldine Chaplin, hija de Charlie Chaplin y figura asociada en lo profesional y sentimental por muchos años con el realizador español, Carlos Saura. Los otros protagonistas del filme son todos franceses: Guy Bedos, Claude Rich y Pierre Richard.
Todos ellos animan los roles centrales de esta película que trata de la solución dada por dos parejas y un amigo de ambas, todos pertenecientes a la tercera edad, que deciden en vez de ir a pasar sus últimos días en una residencia para ancianos, mudarse a la casa de uno de estos matrimonios- el formado por Geraldine y su esposo- y compartir así una vida en común. La experiencia, por tanto, incluye tanto situaciones dramáticas como las inevitablemente cómicas que se suceden en esta vida compartida.
Entre las primeras figura la enfermedad terminal que aflige a Jane Fonda quien cuida de su esposo, víctima de Alzheimer, y las experiencias del propio esposo, quien involuntariamente descubre a uno de los amigos el adulterio de su esposa, nada menos que con el tercer hombre del conjunto. Este también tuvo relaciones íntimas con el personaje que encarna Geraldine Chaplin y, a su debido momento en la progresión de la trama, ambas mujeres se enteran que han compartido en el pasado un mismo amante.
La película que pudo ser un estudio realista de la suerte que corren numerosos ancianos ( al modo de The Whisperers, aquella cinta interpretada magistralmente por Edith Evans o. más recientemente, el filme que llevó a Julie Christie como protagonista aquejada del mal de Alzheimer, titulada Away from Her), se convierte, en vez, en una película que comparte lo dramático con lo ligero y que enfatiza sobre todo el aspecto amoroso-sexual presente en tales vidas.
Las interpretaciones son todas logradas sobresaliendo Jane Fonda ya que tiene un mayor relieve en el conjunto, posiblemente por ser más conocida. Ella se hace cargo del personaje de Jeanne con aplomo y seguridad, impartiéndole un caracter de mujer muy segura de si misma, poco o nada convencional en lo referente a amores y en lo tocante a su fin último.